Ayuno intermitente y menopausia: ¿sirve para perder peso?

Qué es el ayuno intermitente y por qué está tan de moda

El ayuno intermitente no es una dieta mágica, sino una forma de organizar las comidas en el tiempo. Básicamente consiste en alternar periodos en los que comes con otros en los que no. Los formatos más conocidos son el 16:8 (16 horas de ayuno y 8 para comer) o el 12:12 (12 horas de ayuno y 12 de alimentación).

¿Por qué está tan de moda? Porque promete beneficios rápidos: pérdida de peso, desinflamación, más energía… y muchas mujeres llegan a la menopausia buscando justo eso. Pero ojo: el ayuno no es un traje de talla única que le sirve igual a todas.


Ayuno intermitente y menopausia: beneficios reales

Durante la menopausia, los cambios hormonales afectan al metabolismo, al sueño y a la distribución de la grasa corporal. En este contexto, el ayuno intermitente puede aportar algunas ventajas:

  • Mejorar la sensibilidad a la insulina: puede ayudar a reducir los picos de azúcar y la sensación de cansancio tras las comidas.
  • Favorecer la pérdida de peso: al reducir el número de horas de ingesta, a veces se disminuye también la cantidad de calorías totales.
  • Reducir inflamación: muchas mujeres refieren sentirse menos hinchadas.
  • Apoyar la salud hormonal: siempre dentro de un estilo de vida que también incluya movimiento, buena calidad del sueño y gestión del estrés.

Aquí entra una palabra clave importante: más que una “dieta para la menopausia”, hablamos de hábitos que ayudan a tu salud hormonal. El ayuno puede ser una herramienta, pero no es la única.


Riesgos y precauciones en la menopausia

No todo son beneficios, y conviene decirlo claro. El ayuno intermitente puede no ser adecuado en algunas situaciones:

  • Aumento de ansiedad o irritabilidad si pasas demasiadas horas sin comer.
  • Alteraciones del sueño, especialmente si cenas demasiado pronto y te acuestas con hambre.
  • Mareos o fatiga si el ayuno no está bien adaptado a tu día a día.
  • Excesivo control de la comida, que puede empeorar tu relación con ella.

Por eso insisto siempre en que no vale hacerlo porque tu vecina del quinto ha empezado con el 16:8. Lo que para ella es llevadero, para ti puede ser una fuente de frustración.


Cómo saber si el ayuno intermitente es para ti

Aquí es donde entran tus circunstancias personales. Algunas mujeres me dicen: “Si no desayuno, no soy persona”. Y otras, al revés: “El desayuno me cuesta un mundo, pero si me saltas la cena, arraso con la nevera a medianoche”.

Eso significa que no hay un único camino. Si quieres probar el ayuno intermitente en la menopausia, plantéate:

  • ¿Me ayuda a tener más energía o me deja agotada?
  • ¿Me facilita la relación con la comida o me obsesiona más?
  • ¿Encaja con mis horarios, mi familia, mi trabajo?

Si las respuestas son positivas, puede ser una herramienta interesante. Si no, hay otras formas de mejorar tu salud sin pasar hambre.


Estrategias prácticas para empezar el ayuno intermitente en menopausia

Si decides probar, empieza sin rigidez y escucha tu cuerpo:

  1. Empieza suave: prueba con un 12:12 antes de lanzarte a 16 horas.
  2. Hidrátate bien: agua, infusiones o café solo pueden ayudarte a sobrellevar el ayuno.
  3. Cuida tus comidas: prioriza proteínas, verduras, fibra y grasas saludables. No sirve de nada ayunar para luego cenar ultraprocesados.
  4. Evita el “todo o nada”: si un día cenas más tarde o desayunas antes, no pasa nada.
  5. Busca acompañamiento profesional: porque cada menopausia es distinta y no hay recetas universales. Con el Método Aiona aprenderás sobre alimentación en menopausia, distribución de comidas y suplementación óptimos para ti, tu contexto y tus circunstancias. Reserva aquí tu primera cita gratuita conmigo.


El ayuno intermitente en la menopausia puede ser un aliado interesante, pero no es obligatorio ni la única solución. Lo importante es que encuentres un estilo de vida sostenible, flexible y que te dé paz con la comida.


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