El cambio que nadie te contó
Llegas a los 40 y, de repente, tu ropa de siempre empieza a apretar un poco más. Te sientes hinchada, miras al espejo y no terminas de reconocer a la persona que ves. A eso se le suman el cansancio, el hambre descontrolada, cambios de humor y la sensación de que tu cuerpo está haciendo lo que quiere sin consultarte. Y entonces te preguntas: "¿Qué me está pasando?"
Si esto te suena familiar, quiero decirte algo importante: es completamente normal, y lo mejor de todo es que hay soluciones. No saber por qué ocurren estos cambios puede hacer que los aceptes como una nueva realidad inamovible… pero la verdad es que no tienes por qué resignarte.
Ahora bien, esto no se trata de luchar contra el cambio, ni de obsesionarse con volver al cuerpo de hace 20 años. Tu cuerpo cambia, y eso está bien. Es un proceso natural y, sobre todo, un proceso de aceptación. Lo importante es aprender a cuidarlo y darle lo que necesita en esta nueva etapa, priorizando tu salud y bienestar por encima de cualquier estándar externo.
En este capítulo te voy a contar qué está pasando realmente en tu cuerpo durante la menopausia y qué cambios puedes hacer en tu alimentación y estilo de vida para sentirte bien, con energía y en sintonía con tu nueva versión.
Menopausia y aumento de peso: lo que realmente pasa en tu cuerpo
Antes que nada, quiero que recuerdes esto: tu cuerpo no está fallando, está adaptándose. La menopausia es una etapa de cambio, y en vez de verla como una "pérdida", podemos enfocarla como una transición en la que tenemos que aprender a cuidarnos de una forma diferente.
1. Las hormonas y la nueva distribución de la grasa
Uno de los cambios más evidentes es que la grasa tiende a acumularse más en el abdomen. Esto no significa que tu cuerpo "se haya vuelto en tu contra", sino que responde a la bajada de estrógenos. Antes, la grasa se almacenaba en zonas como muslos y caderas, pero ahora su distribución cambia.
Si bien es cierto que la grasa abdominal en exceso puede ser un factor de riesgo para la salud metabólica, es importante recordar que tener un poco más de grasa no es el problema en sí mismo. Lo que realmente importa es mantenernos activas, bien nutridas y en equilibrio hormonal.
2. Metabolismo más lento y pérdida de masa muscular
Otro de los cambios más importantes es la pérdida progresiva de masa muscular, que comienza alrededor de los 40 y se acelera en la menopausia. Y aquí viene el punto clave: sin músculo, no hay metabolismo activo.
Cuando perdemos músculo:
❌ Se quema menos energía en reposo.
❌ Es más fácil ganar grasa si no ajustamos nuestros hábitos.
❌ Los huesos se debilitan más rápido, aumentando el riesgo de osteoporosis.
Aceptar el cambio sin renunciar a tu bienestar
Si hay algo que quiero que te lleves de este capítulo es esto: el cambio es natural, pero la manera en que lo vives depende de ti.
- Deja de ver el envejecimiento como una "pérdida".
- Escucha a tu cuerpo y dale lo que necesita en esta nueva etapa.
- No busques "controlar" tu peso, sino sentirte fuerte, con energía y saludable.
Tu salud no depende solo de lo que comes, sino también de lo que te dices y de cómo te tratas.
Cómo cuidar tu salud en la menopausia: ejercicio, alimentación y bienestar
Quiero empezar esta sección con algo que no puedes ignorar:
Ejercicio físico: obligatorio a partir de los 40 (sí, obligatorio).
Si hay un pilar que sostiene tu salud en la menopausia, es el ejercicio. No es opcional, no es un "extra" si tienes tiempo. Es una prioridad absoluta.
Si no entrenas tu cuerpo, lo perderás.
Si no fortaleces tus músculos, tu metabolismo se ralentizará.
Si no te mueves a diario, tu energía y tu ánimo se verán afectados.
¿Qué ejercicio hacer?
- Entrenamiento de fuerza (mínimo 3 veces por semana): Te ayudará a mantener músculo, proteger tus huesos y mantener el metabolismo activo.
- Ejercicio aeróbico (caminar, nadar, bicicleta): Es clave para la salud cardiovascular.
- Movilidad y flexibilidad (yoga, pilates): Para cuidar tus articulaciones y evitar lesiones.
Si no has hecho ejercicio antes, no pasa nada. Empieza poco a poco, pero empieza.
Alimentación: no se trata de dietas, sino de nutrirte bien
Olvídate de las dietas restrictivas o de la idea de "comer menos". En esta etapa, lo que necesitas es comer mejor y nutrir tu cuerpo de verdad.
- Proteínas de calidad: Ayudan a mantener músculo y controlar el apetito. (Carnes magras, pescado, huevos, legumbres, lácteos).
- Grasas saludables: Mejoran la salud hormonal y metabólica. (Aguacate, frutos secos, aceite de oliva, pescados grasos).
- Carbohidratos equilibrados: No los elimines, pero elige bien. (Quinoa, arroz integral, legumbres, verduras).
- Fitoestrógenos: Pueden ayudar con el equilibrio hormonal. (Soja, lino, garbanzos).
- Hidratación y fibra: Claves para una buena digestión y energía.
💡 Tu salud no depende solo de lo que comes, sino de cómo te sientes con lo que comes. Disfrutar de la comida y no sentir culpa es parte del proceso.
Otros hábitos clave para sentirte bien
- Duerme bien: La falta de sueño altera las hormonas del hambre y el metabolismo.
- Gestión del estrés: Niveles altos de cortisol favorecen la acumulación de grasa abdominal. Encuentra momentos de calma.
- Vitamina D y calcio: Consulta si necesitas suplementos para cuidar tus huesos.
Menopausia es cambio, pero también oportunidad
Tu cuerpo cambia, sí. Pero eso no significa que pierdas tu esencia, tu salud o tu bienestar.
- Acepta el cambio sin miedo.
- Darle a tu cuerpo lo que necesita: movimiento, buenos alimentos y descanso.
- Priorizar el ejercicio y la fuerza como algo imprescindible.
- Quererte y cuidarte desde el respeto, no desde la lucha.
Si todo te parece abrumador y no sabes cómo y por dónde empezar, busca ayuda profesional, no hay mejor inversión que tu salud.
Tu salud es el reflejo de cómo te alimentas, cómo te mueves y cómo te tratas a ti misma. Así que empieza hoy, con amor y sin prisa. ❤️